La Kombucha es una bebida con cierto sabor asidrado, un poco ácida y algo gaseosa. La K. es el resultado de la fermentación del té familia Camellia Sinnensis con azúcar y una colonia de bacterias y levaduras llamada Scoby.
El azúcar que se añade al té funciona como alimento para las bacterias, haciendo que se transformen en ácidos orgánicos, CO2, alcohol que luego será transformado en ácidos, celulosa, vitaminas
Son sus beneficios y su sabor lo que hacen de esta bebida algo maravilloso. Al tratarse de una bebida fermentada, sus propiedades son muy beneficiosas, es rica en bacterias buenas para el funcionamiento de nuestro organismo, mejora de la digestión y desempeño intestinal.
Dependiendo de la variedad de SCOBY que tengas, según su origen y composición orgánica, se desarrollarán unos tipos de bacterias o vitaminas distintas según su procedencia. Pero de forma general, es una bebida rica en vitaminas del grupo B y C esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Se trata del acrónimo en inglés de Symbiotic Culture Of Bacteria And Yeast. Es un cultivo en el que bacterias y levaduras conviven en una relación de interdependencia. En otro medio, bacterias y levaduras no se entenderían, pero dentro de la Kombucha ambas trabajan y se aprovechan de las otras, funcionan en ambos sentidos, con relación de interdependencia.
Si elaboras Kombucha en casa con las condiciones adecuadas que garantizan los parámetros correctos, en mi curso te enseño cómo, no vas a tener ningún problema ni dudas de si algo sale mal. Si aparece moho o si tu K sabe algo más avinagrada, podrás evitarlo con todos mis consejos y guía para que sigas el paso a paso de forma metódica y obtengas resultados con éxito.
Es muy grande la diferencia. Tan grande que no hay comparación. La Kombucha comercial debe seguir y cumplir unos estándares de comercialización y sanitarios que limitan la versatilidad de la Kombucha y deja a veces de lado, los beneficios tan potentes que esta bebida te puede dar.
Muchas Kombuchas comercializadas, son diluidas en agua, tras haber llegado a una fermentación con largos periodos de tiempo, logrando esconder el sabor avinagrado, librándose de tener que ser almacenada en frío. Otras Kombuchas son filtradas a través de sistemas muy agresivos que casi consiguen eliminar los beneficios de las bacterias y levaduras que tiene tu Kombucha casera.
Gran controversia, pero lee esto: el precio medio del litro de Kombucha en España ronda unos 10.5€/1L en supermercados convencionales. Al elaborarla en casa, a parte de la inversión inicial en un bote de cristal, té en hojas y azúcar orgánica, si además tienes que comprar el agua porque no dispones de filtro en casa, te sale unas 7 veces más barato, a la hora de realizar el cálculo en sep-2024. En mi caso, que bebemos K asiduamente, conseguimos ahorrar, disfrutar y no generar residuos de botellas, transporte, contaminación, u otros.
La respuesta está en que se ha convertido un mercado de nicho en un negocio que vende, gracias al marketing de bebida saludable, como alternativa a las bebidas azucaradas y gasificadas de forma artificial, y se posiciona como una soda. Pero la Kombucha NO ES UNA SODA. Es una bebida fermentada, con organismos vivos, que se elabora de forma tradicional desde hace miles de años. Kombucha no es SODA.
Normalmente la Kombucha fermentada de primera fermentación tiene una burbujita muy pequeña, casi inapreciable, pero deliciosa. Si quieres más gas, tienes que fermentar de nuevo con la ayuda de frutas, jugos, o raíces que aporten algo de frutcosa/glucosa, y hagan trabajar de nuevo a las levaduras para generar algo de CO2.
Sí, si sigues los consejos, realizas el curso y aprendes a observar, te beberás la Kombucha y tendrás que elaborar de nuevo lotes porque te va a enamorar. Si nunca antes has tomado, puedes comenzar probando 200 ml y esperar a ver cómo te sientes. Escucha a tu cuerpo, porque como he comentado, al tener organismos vivos, en cada cuerpo pueden reaccionar de una forma u otra, según tus condiciones de intestino, hígado, estómago. Si te sienta bien, puedes continuar tomando otros 200ml por ejemplo antes de las comidas.
Las embarazadas, por ser una bebida no pasteurizada, y por contener pequeñas trazas de alcohol. Además, las personas con un estado de salud inmunodeprimido, deben consultar a su médico especialista y seguir sus consejos.
Escucha siempre a tu cuerpo.
Si tienes sobrecrecimiento bacteriano, tampoco está recomendado.
Ante cualquier duda, consulta al médico.
La respuesta a esta pregunta, es un sí, en mi caso que bebo más de 750ml diarios. Ahora dejo abierto aquí un debate para que me comentes cómo y qué sientes tú cuando la tomas.
Sí, puesto que tiene tantos beneficios, que el cuerpo reconoce el bienestar que se le aporta al tomar esta bebida y quiere repetir.
El azúcar es necesario para que se dé la fermentación y es el alimento del cultivo para transformarlo en ácidos orgánicos, vitaminas, celulosa, co2 y otros biocomponentes. Si partes de una receta muy azucarada, es posible que el nivel de azúcar final de tu elaboración, contenga un ratio más elevado de azúcar que otra receta que contiene un nivel muy inferior de azúcar.
Por ejemplo, las recetas convencionales recomiendan usar unos 60-75 g/1l de agua. En mi caso, tras mi experiencia y muchos lotes, he conseguido resultados extraordinarios reduciendo esa aportación inicial de azúcar de un 40%. Lo que en el resultado final es muy baja.
Es un sabor diferente, con toques ácidos, extraños, que quizás al principio no te agraden. Pero estoy segura de que con el tiempo, te va a parecer maravillosa.
Si la guardas en la nevera, la puedes consumir en las siguientes semanas.
Si la guardas fuera de la nevera, la bebida seguirá evolucionando, hasta llegar a convertirse tras varias semanas en vinagre. Mi recomendación, es que cuando esté lista de sabor en cuanto a acidez y dulzor deseado, la embotelles y guardes en la nevera. Pero te aseguro que no te va a durar la Kombucha mucho tiempo en la botella…
El kéfir y la kombucha son dos tipos de bebidas distintas que suelen ser confundidas debido a que se obtienen de la fermentación.
En el caso del kéfir, es una bebida que se obtiene a partir de la fermentación de la leche, mientras que la kombucha se obtiene de la fermentación de té con levaduras y bacterias. De igual forma, son bebidas que suelen consumirse porque se recomiendan para mejorar muchas de las funciones del organismo, así como se recomienda ingerir para quienes buscan llevar una vida más saludable.
Lo mejor de hacer tu propia Kombucha es que puedes experimentar con los sabores de forma infinita hasta encontrar tu favorito. Aquí te voy a dar alguna idea de por dónde empezar, pero antes de saborizar RECUERDA sacar tu SCOBY una taza de starter TEA de la parte superior que vas a necesitar para tu próximo lote.
Si vas a saborizar directo en botella, añade los ingredientes a la misma y después la Kombucha, con unos trozos es suficiente, cierra la botella de forma hermética y vas probando.
En relación a cuánto tiempo dejar infusionando, es cuestión de ir probando, una noche sería poco bajo mi punto de vista. Pero si no lo vas a tomar en menos de una semana, antes de guardarla en nevera, la filtres para evitar que algunos ingredientes desarrollen algún sabor raro si los dejas mucho tiempo en la Kombucha.
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