Cómo mantener feliz tu Kombucha en invierno con temperaturas bajas
El invierno puede ser un desafío para los amantes de la Kombucha casera. Cuando las temperaturas bajan por debajo de 16ºC, la fermentación se vuelve más lenta, tu SCOBY puede parecer menos activo y empiezas a preguntarte: ¿se está echando a perder mi Kombucha?
¡Tranquilo! No hay nada de qué preocuparse. En este artículo te cuento cómo cuidar tu Kombucha durante los meses fríos para mantener un proceso saludable y obtener una bebida deliciosa.
¿Por qué afecta el frío a la Kombucha?
La Kombucha es un proceso de fermentación que depende de la actividad de las bacterias y levaduras presentes en el SCOBY. Estas funcionan mejor entre 21ºC y 27ºC. Cuando la temperatura desciende, la fermentación se ralentiza porque las levaduras están “menos activas”.
¿El resultado?
La Kombucha tarda más en fermentar.
Puede quedarse demasiado dulce porque las levaduras no transforman el azúcar tan rápido.
El SCOBY puede parecer inactivo, más pequeño o hundido.
¡Pero no entres en pánico! El proceso sigue en marcha, solo que a un ritmo más lento.
Trucos para mantener la temperatura ideal
Si el ambiente de tu hogar cae por debajo de los 16ºC, aquí tienes algunas soluciones prácticas para “calentar” tu Kombucha y mantenerla contenta:
Encuentra el rincón más cálido de tu casa: Coloca tu fermentador cerca de una fuente de calor suave como el frigorífico, la caldera o un radiador (¡nunca directamente encima!). También puedes ubicarlo en una despensa donde no haya corrientes frías.
Utiliza una manta térmica para fermentación: Estas mantas o bandas térmicas ajustables mantienen la temperatura del fermentador constante entre 20ºC y 25ºC, ideal para una fermentación uniforme.
Aísla el fermentador: Puedes envolver tu recipiente con una toalla gruesa, una manta o incluso un trozo de papel de aluminio para retener mejor el calor.
Crea un “microclima” con luz: Si no tienes manta térmica, coloca tu Kombucha cerca de una luz cálida o lámpara pequeña (sin que toque el recipiente). Esta luz puede ayudar a subir unos grados la temperatura.
Junta varias fermentaciones: Si haces más de una tanda de Kombucha, coloca tus fermentadores juntos. El calor natural que generan durante la fermentación ayuda a mantener un ambiente más cálido.
Ajusta el tiempo de fermentación
En invierno, el proceso de fermentación será más lento, por lo que debes tener paciencia.
Si normalmente fermentas tu Kombucha en 12-15 días, en invierno podrían ser 19-21 días.
Prueba el sabor periódicamente para asegurarte de que alcanza el equilibrio entre dulce y ácido que prefieres.
Consejo: Si quieres acelerar ligeramente el proceso, puedes añadir un poco más de SCOBY o starter (Kombucha madura) al inicio para darle un empujón.
Vigila el SCOBY y la calidad de tu Kombucha
El frío no dañará tu SCOBY, pero sí puede hacer que parezca menos activo. Asegúrate de que:
No haya moho: Si ves manchas verdes o pelusas, descarta la tanda.
El líquido siga oliendo a té fermentado: Si huele a vinagre, ¡todo va bien!
Las hebras de levadura están presentes: Son señal de actividad aunque sea más lenta.
Segunda fermentación en invierno: paciencia con las burbujas
Si te gusta una Kombucha con gas en la segunda fermentación (2F), el frío puede hacer que se generen menos burbujas. Aquí algunos trucos:
Guarda las botellas de 2F en un lugar más cálido para favorecer la carbonatación.
Deja la Kombucha en la botella unos días extra. El gas se desarrollará, solo tarda más.
Agrega un poco de azúcar extra o frutas con mayor contenido de azúcar (como manzana o uva) para alimentar las levaduras.
Conclusión: El frío del invierno no es enemigo de tu Kombucha; solo requiere algunos ajustes en el proceso y mucha paciencia. Con estos trucos, podrás mantener tu Kombucha feliz, saludable y en constante fermentación durante los meses más fríos.
Cualquier duda que tengas sobre cómo hacer tu Kombucha en casa no dudes en escribirme o dejarme tu comentario. Abajo tienes los links de cómo nos puedes contactarme. info@missfitwellness.com
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